Esta es una entrada publicada por el ilustre Alejandro Joel, buen amigo y sobre todo amante:
La habitación era oscura, ella sollozaba esperando la hora, la hora de su final, la cama desecha, la habitación estaba revuelta, las latas de cervezas de él al pie de la cama.
"¿ Por qué ahora ?- Se preguntaba mientras buscaba algo desconsolada, " Tiene que estar por aquí ", pensaba mientras buscaba enérgicamente, " ¡ No esta ! " pensaba mientras cada vez se ponía mas pálida.
Se sentó derrotada, esperando un destino que no sabía si simplemente era cosa del destino o una broma cruel de la casualidad y las circunstancias. Al final terminó ahí, sin hacer nada mientras su cara dirigía una mirada al techo con los ojos cerrados, parecía prepararse para lo peor.
Entonces lo escuchó, su llegada , un estruendo en la puerta del salón le hizo saber que ya no le quedaba mucho tiempo de agonía, esa idea le hacía sentir un poco de alivio en medio de todo el terror y el pánico que sentía.
Escuchaba sus pasos dirigirse a la habitación, tambaleantes, como era de esperar el no había perdido su afán por el alcohol, ella se encogió aún mas donde se encontraba sentada, esperando que terminara de una vez todo eso.
No sabía cuanto tardó en aparecer esa figura grotesca que una vez fue un buen marido delante suya, pero se le hizo eterno.
El levantó su mano, ella esperaba que fuera por última vez, antes de que el comienzo de ese fin tuviera paso a ella solo le dio tiempo a gritar mientras lloraba :
- ¡ CRISTO POR FAVOR !
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